ÁNGEL MARSÁ I BECA (5-05-1973). El Correo Catalán (Barcelona).
Treinta paisajes reúne Isidre Mercadé en Galerías Españolas. Con pincelada opulenta y color fulgurante el pintor logra efectos de una singular eficacia plástica; la locuacidad narrativa queda ampliamente justificada por el vigor de los empastes y la armonía de los enlaces cromáticos, es decir, por todos los valores estrictamente pictóricos y expresivos incorporados.
RAFAEL SANTOS TORROELLA (8-05-1973). El Noticiero Universal (Barcelona).
El buen pintor Leridano Isidro Mercadé propende a la exaltación colorista, muy abandonado a su instinto, que suele ser certero, pesando más la espontaneidad de la visión y del toque que el sometimiento a una pauta determinada tiene cierto frescor aunque no exento de desigualdades, como de pintor no excesivamente profesionalizado que se entrega a su tarea con el deleite del amateur para el cual el acto de pintar constituye siempre una pequeña fiesta.
ALBERTO DEL CASTILLO I YURRITA (13-04-1975). Diario de Barcelona (Barcelona).
Barcelonés de nacimiento, aunque leridano por residencia y adopción es Isidro Mercadé quien en los cuatro años que viene exponiendo en nuestra urbe ha ido consolidando una pintura en un principio desigual y un tanto gratuita. Es un colorista que aúna su pasión por las manchas de color con su amor a la intensidad de la luz, binomio que da alegría a sus paisajes y también a sus bodegones. No posee pauta fija, dependiendo de los temas, el desbordamiento o la serenidad cromática.
FERNANDO GUTIÉRREZ I GONZALEZ (19-04-1975). La Vanguardia (Barcelona).
Paisajista por excelencia, Isidre Mercadé ve y siente el paisaje como una vocación y esta vocación, esta manera de ver y sentir es lo primero que el espectador advierte en sus lienzos. La riqueza cromática y la espontaneidad de la pincelada hablan elocuentemente de este sentimiento. Pintura de vibrante ritmo, apasionada la mayoría de las veces, ha sabido comprender la lección de los grandes maestros de nuestro impresionismo, pero se ha asentado en ella con personalidad y carácter propios, con un sentido casi sensual de la materia y el color, del ritmo y de la forma.
FRANCESC GALI I DUFFOUR (10-04-1975). Mundo Diario (Barcelona).
Con una temática-salvo algún bodegón- adscrita enteramente al paisaje, Isidro Mercadé aborda una pintura de neto sabor impresionista que si nace de una bien planteada composición, termina siempre arrebatada por el color.Es con el color que dibuja y pinta, sea en manchas que rozan, en algunas zonas del cuadro, lo abstracto, sea en la línea que dibuja siempre sus temas. Temas preferentemente de tierra adentro, que le permiten un mayor juego en el colorido, que Mercadé concierta de acuerdo con el color dominante, en el cuadro, camino de un logro perseguidamente plástico. Final que hace, que sus obras sean siempre estimadas por lo bien hechas y sensibles.
JUAN MANUEL NADAL GAYA (03-01-2003). La Manyana (Lleida).
Cuando me dirigía a la sala Amat para visitar la exposición RETROSPECTIVA de Isidre Mercadé lo hacía con la seguridad de que iba a renovar el placer de contemplar unos bodegones llenos de color y de luz y , sobre todo, unos paisajes que como un espejo, saben reflejar la imagen de nuestros llanos y nuestras montañas a la vez que las mismas telas son también el reflejo de la personalidad del autor. Son obras en las que el apasionado color descubre los ímpetus vitales del pintor y son moderados por una serena posición ética que se descubre en la pulcra expresividad en el rigor de su técnica. Iba, en suma, a ver la conocida obra de un creador que se caracterizó por ser a lo largo de toda su vida el mantenedor en nuestras tierras de la rica tradición paisajística que inició Morera. Durante décadas, Isidre Mercadé en Lleida y Subirá y Porta en Pobla de Segur, fueron las más señeras referencias del paisajismo lleidatà. Y allí está, sí, todo lo que esperaba. Pero a la vez, se muestran en esta exposición pinturas y dibujos de los últimos años del artista en las que se plasma una inquietud, un renovado afán de búsqueda. Como Goya en sus últimos tiempos, como tantos grandes artistas, la madurez vital de sus últimos años se caracterizó tal vez por el intento de ruptura de ciertos moldes para dar al color su total protagonismo. Las piezas de los años ochenta y noventa parecen partir del pre-cubismo de Cezanne para ir más allá. Sí, ha sido un acierto de la galería Amat volver a presentar al Mercadé de siempre dando a conocer a un pintor nuevo para muchos de nosotros.